Hace una semana, el día martes 18 de mayo de 2010, fui victima de un atraco a la salida de la constructora Laseur SA ubicada detrás del Quicentro Shopping, cuando me dirigía a mi clase de sistemas de información en la Universidad de las Américas de Quito.
Había estado esperando que sean las 19h30 en la noche, para poder utilizar mi vehículo debido a que tenia restricción de "pico y placa", cuando al subirme al auto me vi interceptado por 5 delincuentes (cuatro de los cuales tenían pistola) que continuaron con su tradicional modus operandi: uno con el arma a la cabeza en la puerta del piloto, un segundo por el mismo medio vaciandome los bolsillos, un tercero por la puerta del copiloto arranchando mi mochila, y finalmente un cuarto que regresó porque había olvidado llevarse la llave de mi auto seguramente para que "no le persiga".
El saldo de la eventualidad fueron: una laptop con mi trabajo de los últimos 4 años, 4 libros importantes, una carpeta con documentos imprescindibles, y por supuesto celular, reloj, y demás artículos convencionalmente robables.
Sin embargo no se trata de la primera vez que experimento la humillación que significa un asalto a mano armada: con esto simplemente he terminado de perder absolutamente todos los bienes materiales que me quedaban de los 3 asaltos que viví a lo largo del año previo a partir a estudiar a España, y del robo más reciente que ocurrió apenas un día después de volver donde me sustrajeron un Blackberry.
Es que simplemente los delincuentes se han percatado de que el robo es verdaderamente un negocio redondo y por demás sencillo: simplemente se requiere de una pistola y un par de ayudantes para hacer entrar en miedo a las personas que en el 90% de los casos no oponen resistencia pues al fin y al cabo no vale la pena arriesgar la vida de ninguna forma por un bien material.
Los lugares donde se venden los objetos robados son por demás conocidos: por la madrugada son faciles de encontrar en machachi los fines de semana, o bien para los que no quieran ir tan lejos esta la plaza arenas en el centro historico, y para el cliente-vendedor que le parece muy sucio, existe ademas el centro comercial Montúfar en la calle del mismo nombre, en donde el municipio les organizó a quienes comercializan los objetos robados para que no se vean feo vendiendo en kioskos en la calle. Todos sabemos donde se comercializan, pero parece que somos TODOS menos el municipio, gobierno, policía que ni se pasean por esos lugares en donde sin ningún descaro siguen llegando los ladrones a ofrecer su mercadería "sacada la noche anterior" descarada y frontalmente.
Y la policía qué?
Cinco minutos tras haber ocurrido este ultimo incidente, llegó el patrullero, tomó un par de notas y afirmó: "si encontramos algo, les avisaremos inmediatamente, ya estamos trabajando en ello".
Por supuesto esto no da mucha confianza: en primer lugar porque ni siquiera se molestaron en preguntarnos datos personales, números de teléfono a donde "avisar inmediatamente" o bien alguna dirección. en segundo lugar porque en una anterior ocasión que fui victima de un robo a plena luz del dia, encontré el auto de los asaltantes parqueado EN la policía nacional cercana a la Universidad Católica del Ecuador, con mi ipod de reconocibles razgos tirado sobre el asiento delantero, lo que confunde al ciudadano acerca de quien mismo es el que roba. Evidentemente en dicha ocasión no me arriesgué a entrar a la boca del lobo a pedir explicaciones.
Denunciar el hecho suele ser presentado como una obligación, pues esto se trasladará a futuro en estadísticas sobre delincuencia en la ciudad y en el país, sin embargo el sistema está ahí para hacer todo lo posible por impedirlo: cuando se acude a la policía judicial encontramos que existen entre 6 y 7 computadores para hacer denuncias sobre estos hechos, pero solo existe UNA persona atendiendo. Cuando pedimos explicaciones, la respuesta simplemente "es la persona asignada para esto, y no hay mas". Teniendo en cuenta que cada denuncia demoró un promedio de 30 minutos, ya se puede imaginar la cantidad de personas que desisten a esperar 10 turnos para que tomen sus denuncias en cuenta. De la poquísima gente que decide acudir a denunciar el robo, muchísima menos termina por tolerar un proceso de 5 horas para hacerlo, y aun así encontramos que los índices de delincuencia "crecen".
Si analizamos la diferencia entre por que la policia de tránsito se toma la molestia de hacerle lio y meterle preso a una persona con par copas encima, mientras que los delincuentes operan con toda la libertad del resto de ramas policiales es sencillísimo: parar a una persona con dos cervezas encima como mi amigo Diego (anoche) es mucho mas rentable para el policía corrupto que pasta en nuestro país: puede obtener 150 dolares en coima por la amenaza al civil de 500 de multa y 3 dias de carcel, mientras que el polcía que atrapa un delincuente simplemente pierde el tiempo de poder sacar dinero de bolsillo en alguna otra situación.. entonces, para que salir atras de un grupo de 5 ladrones, si agarrarles no implica ningún beneficio para MI?
El problema de la inseguridad, crea no solo que la gente se vuelva mas ensimismada, desconfiada, encerrada y egoista, sino que además acelera el retraso económico MAS y MAS del país: si bien estoy seguro que las ventas de "Hunter" o "Carlink" deben atravesar su mejor momento, ni hablar de la empresa que esta electrificando todos los cerramientos de la ciudad, o las empresas de guardias, alarmas y monitoreo, pero más del 90% de las empresas en el Ecuador son PYMES que ahora requieren incorporar en su inversión inicial una caseta de guardia, rejas para absolutamente cualquier ventana, mallas electrificadas, sistemas de alarmas, cámaras, y un costo fijo mensual adicional de un guardia por 2000 dolares, monitoreo y alarmas por 200, así como el ya conocido "apoyo" a su policía de barrio para que "tenga la amabilidad" de darse una vueltita de vez en cuando. De manera que muchos de los negocios ya no resultan rentables: un barcito, una tienda, una peluquería, una panadería, etc. manejan el riesgo de entre 2 o 3 asaltos al mes donde se roban todo el efectivo, versus el altísimo costo de tener seguridad y la conclusión termina siendo parecida a la de los individuos comunes: para que el sacrificio del trabajo diario si el que tiene la pistola te quita el fruto INEVITABLEMENTE en menos de un minuto.
Jugar con el miedo de la gente se ha vuelto TAN FÁCIL, que los delincuentes ya no actúan discretamente y prefiriendo la anonimato de la noche: roban a las 4 de la tarde con sol y frente a 20 personas, roban en avenidas principales, se meten a las casas con gente dentro, entran como clientes a las empresas y las vacían, se te llevan el auto en los semáforos, afuera de tu casa, parqueado en un lugar publico.. Realmente ya no les importa nada, pues se han dado cuenta que mientras tengan una pistola y sabiendo que la policía es más cómplice que obstáculo, se limitan simplemente a reunirse en grupos de 2 o 3 personas, subirse a un auto polarizado (por el que la multa es de 22 dolares de "inversión" para su negocio) y salir a ver quien parece buena victima.
Yo creo que no podemos esperar NADA del gobierno, ni del municipio, ni de los políticos en la asamblea, PEOR de la policía que a todos nos ha robado en mas de una ocasión sin sacar el arma sino quizás un par de conos de señalización, sino que la gente debe comenzar a solidarizarse, a velar por los demás en lugar de sí mismo, para que a cambio los vecinos hagan lo mismo, reunirse, organizarse en los barrios, alertarse, comunicarse mutuamente de situaciones sospechosas: somos la gente que debemos cuidar de otra gente como hemos demostrado cuando hemos salido a las calles para botar al ladrón de corbata con las riendas del gobierno. Deben ser los barrios que echen el ojo, dejen de asumirse como más estadísticas en este problema, sino que comencemos a generar noticias de barrios que dieron la cara con la misma ley del mas fuerte: mucha gente contra pocos ladrones armados.. ojala sucediera y comenzáramos a dar lecciones una por una, día a día, de que ya estamos hartos de estos abusos.
La gente de Quito, de Guayaquil, de Cuenca que se acuerda como hace no mas de 10 años se podía salir a caminar: ya no se puede ni salir, ni estar tranquilo en su propia casa, estamos a merced del miedo.
Experiencias personales de la inseguridad en el Ecuador? relátalas a pedroruales@gmail.com